Veronica.

Recuerdo a Verónica.

Era una chica bajita y con un cuerpo precioso que había en mi trabajo. Era realmente simpática y tenia una sonrisa picarona que cada vez que la veía me volvía loco. No me hubiera importado salir con ella y tener algo mas...

Al poco tiempo de entrar me entere de que tenia novio, pero aun así me seguía atrayendo.

Llegaron las navidades y las famosas cenas de empresa. Realmente nos lo pasamos muy bien, comimos mucho y bebimos excesivamente.

Verónica, estaba realmente cariñosa ligeramente bebida y cuando salimos del restaurante se marchaban todos para casa. Los dos íbamos en la misma dirección. Comenzamos a pasear por el centro de Barcelona mientras ella me cogía del brazo y se avalanzaba sobre mi. Pasamos por delante de un hostal y me comento que ella había estado allí con su novio varias veces y que con una carita de vicio total me dijo si me apetecía... y yo dije que si.

Entramos en la habitación, llena de espejos en las paredes y una iluminación minimalista. Comenzo a desnudarse sin esperar... llevaba una ropa interior supersexy... se giro hacia mi y yo me volví loco. Tenia un cuerpo precioso, unas pechos de locura y iba totalmente depilada. Me desnudo totalmente y comenzo a lamerme el pene con una cara de lujuria que nunca había visto. Luego me tumbo en la cama y comenzamos a hacer el amor como locos y le encantaba mirarse al espejo y tocarse mientras lo hacia.

Era una autentica diosa y se le notaba que le encantaba el sexo.

Pasamos la noche juntos y hicimos el amor en varias ocasiones y cada vez de una manera diferente, era una autentica ninfomana que le encantaba disfrutar... después de navidades volvimos a vernos... pero desde aquel día venia su novio siempre a buscarla... con el tiempo deje de trabajar allí pero ella me pidió el teléfono y de vez en cuando me sigue llamando y quedamos... pero siempre venia el novio... aunque ella no quiere.

Lo siento Veronica, no eres una mujer hecha para un único hombre.

Pedro.